Juntas de dilatación para suelos de hormigón

Cuando pensando en poner hormigón parece algo muy sencillo por lo básica que es su mezcla: agua, grava, arena y cemento… pero hay factores que no solemos tener en cuenta como el proceso de curado para que sea de calidad. 

Existen formas de mantener el hormigón en perfecto estado para que sea duradero y una de ellas es con el uso de las juntas de dilatación en hormigón. 

El hormigón sufre cambios físicos en el momento de fraguarse, esto es fácil de ver pues al verterlo es un resultado pero al secarse es otro. Estos cambios hacen que haya movimientos internos en el hormigón que pueden debilitarlo. 

Las juntas de dilatación en pavimentos dan el espacio que el hormigón necesita para moverse mientras ayudan a absorber la fuerza y tensión reduciendo así la posibilidad de que pueda fisurarse. 

Su colocación es muy sencilla y facilita la contracción y dilatación. 

Existen diferentes tipos de juntas de dilatación para suelos de hormigón: abiertas, cerradas, de pvc, verticales, juntas por discontinuidad de diseño, de construcción, de contracción y de expansión. 

Hay muchas razones por las que usar juntas de dilatación pero aquí te vamos a dar las principales. 

Una de las primeras razones es contener la variación de temperatura, con los cambios el hormigón puede debilitarse reduciendo así el riesgo de daños. Utilizarlas hará que hayan menos fracturas, fisuras y grietas evitando así la pérdida de fuerza, resistencia, capacidad de carga y accidentes potenciales. 

Otra gran ventaja es lo fácil que se colocan, puede hacerse con diferentes materiales y técnicas pudiendo colocarlas sin máquinas especiales ni grandes cálculos.

En el momento de realizar una junta de dilatación hay que contar con un diseño ajustado a la estructura donde se va a implementar ya que debe quedar ajustado y sellado para que no se dañe con el paso del tiempo, las altas temperaturas, la humedad… 

En primer lugar las juntas tienen que estar secas y limpias, hay que fijarse que no tengan polvo, grasa o cualquier contaminante que perjudique la calidad del sellado. 

Se recomienda decapar el hormigón con un cepillo metálico y acotar los bordes con cintas de papel para tener un acabado de alto nivel el cual se debe quitar después de la implementación. 

Por último hay que accionar el cartucho sellador en la pistola para ir rellenando las juntas, teniendo que quedar totalmente cubiertas. Una vez hecho esto se debe alinear y alisar con la ayuda de una espátula. 

Una junta de dilatación bien hecha con unos buenos materiales es garantía de una alta durabilidad.